Ubicación geográfica:
Se encuentran ubicados en la provincia de Imbabura, cantón
Otavalo. Siendo parte de la nacionalidad Kichwa de la Sierra, este grupo
étnico proviene del antiguo pueblo caranqui. Sus aproximadamente 65.000
habitantes se distibuyen en una gran parte de la provincia de Imbabura estando
agrupados en la parroquia urbana de Otavalo y en las parroquias rurales de El
Jordán, Eugenio Espejo (Calpaquí), San Juan de Ilumán, San Luis, San Rafael,
Miguel Egas Cabezas (Peguche), González Suárez, San José de Quichinche y San
Pablo del cantón Otavalo. En el cantón Cotacachi, existen otavalos en las
parroquias El Sagrario, Imantag, Quiroga, San Francisco; en el cantón Ibarra,
en las parroquias Ibarra, Sagrario y Ambuquí y cantón Antonio Ante, parroquias
Andrade Marín, San Francisco de Natabuela y San Roque.
Idioma:
Su idioma materno es el Kichwa y su segundo idioma es el
castellano.
Población:
La población es de aproximadamente 65.000 personas y esta se
halla organizada en alrededor de 157 comunas Kichwa-Otavalo. Con el auge
turístico y el desarrollo artesanal y comercial logrado en las últimas décadas,
se consolida una presencia urbana significativa principalmente en la ciudad de
Otavalo. Esta población al igual que aquella que se encuentra articulada al
comercio en el exterior, mantiene en su mayoría nexos con sus comunidades de
origen como un factor fundamental de reiteración de su identidad y de su
sentido de pertenencia.
Historia:
Las comunidades imbayas, sarances y otavaleña, se puede
afirmar que en un momento de la migración, fueron interactuando grupos de
cazadores-recolectores, por la necesidad de subsistir, lo que generó un
conocimiento del medio, de las plantas y de los animales a tal punto que
desarrollaron sistemas de agricultura, de irrigación, domesticación de animales
y, de manera lenta y paulatina, estas formas de organización de los otavaleños,
fueron codiciadas por los incas.
Vestimenta:
Los hombres usan una camisa de algodón y amplios pantalones
hasta la media pierna, además un pesado poncho de lana azul oscuro, un sombrero
de fieltro de ala ancha sobre su peinada trenza y sandalias de tela con suela
de cuerda.
Las mujeres, usan un chal anudado a la frente sobre una
blusa blanca bordada. Visten dos faldas de lana superpuestas, enrolladas a la
cintura y sujetas con cintos hechos a mano. También se peinan en una sola
trenza, que cubren con una mantilla.
Vivienda:
En la construcción de las viviendas se demuestra la
colaboración de la comunidad. Para los Otavaleños la casa es el centro de vida
en ella nace la prosperidad del hogar. La casa es con techo de paja o de teja
paredes de tapia y piso de tierra firme, en un rincón de la habitación se
encuentra una cama o un poco de paja que le sirve como cama al otro extremo se
encuentra el fogón. En las paredes hay pequeñas repisas en donde se colocan imágenes
religiosas que ellos veneran u objetos de valor. A la altura de la pared
colocan dos o tres tablas en forma horizontal cocido como soberado donde
guardan otros objetos como sus trajes domingueros; en la entrada de la casa
construyen el telar. Hay otras casas que están divididos en cuartos,
dormitorios, cocina, granadero y un corredor donde hay pogyos para sentarse,
pondos de agua y piedra de moler.
Organizaciones que apoyan a este pueblo:
Las organizaciones que apoyan a este pueblo son: La Comunidad
Kichwa Wamani (COKIWA),La Federación Interprovincial de Comunas y Comunidades
Kichwa de la Amazonía Ecuatoriana (FICCKAE) ,La Confederación de
Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE) y la Unión
Noroccidental de Organizaciones Campesinas y Poblacionales de Pichincha
(UNOCYPP).
Luchas que ha enfrentado este pueblo:
Han tenido que luchar para que sus derechos se cumplan y
para que el gobierno les tome en cuenta.
Economía:
La economía de los Otavalos es, prioritariamente, el comercio, nacional e internacional de
los productos artesanales, la música, el turismo; en pequeña proporción se
dedican a la agricultura. Producen la cerámica en Rinconada y la cestería
en Rumipamba.Los Otavalo tienen una larga tradición comerciantes; antiguamente
a los mercaderes se los denominaba "mindaláes", desarrollaban su
actividad bajo el control cacical y estaban sujetos al pago de tributos en oro,
mantas y chaquira de hueso blanco.Otra particularidad es la de ser tejedores.
Si bien todos los pueblos indígenas habían desarrollado el conocimiento textil,
la mayoría de ellos se limitaba a producir para el autoconsumo; por el
contrario, la actividad textil es la principal fuente de ingresos, desde el
mercado, del pueblo Otavalo.
Organización sociopolítica:
La economía de los Otavalo es, prioritariamente, el
comercio, nacional e internacional de los productos
artesanales, la música, el turismo; en pequeña proporción se dedican a la
agricultura. Producen la cerámica en Rinconada y la cestería en Rumipamba.
Los Otavalo tienen una larga tradición comerciantes;
antiguamente a los mercaderes se los denominaba "mindaláes",
desarrollaban su actividad bajo el control cacical y estaban sujetos al pago de
tributos en oro, mantas y chaquira de hueso blanco.
Otra particularidad es la de ser tejedores. Si bien todos
los pueblos indígenas habían desarrollado el conocimiento textil, la mayoría de
ellos se limitaba a producir para el autoconsumo; por el contrario, la
actividad textil es la principal fuente de ingresos, desde el mercado,
del pueblo Otavalo.
Costumbres y tradiciones:
Este pueblo tiene una cosmovisión que matiza y da sentido a
todos los ámbitos de la vida, una de cuyas expresiones es la relación armónica
entre el universo, la tierra y el hombre (Pachamama, allpamama, runa) y la
división binaria de oposiciones. Como parte de esta cosmovisión andina,
el pueblo otavalo mantiene una relación mística con cerros, montañas
y lagos. El taita Imbabura y la Mama Cotacachi representan
sus creencias. De la misma manera, lagunas como Cuicocha o cascadas
como Peguche albergan aguas que son utilizadas para baños purificadores.
Los meses de Octubre y Septiembre, coinciden con la cosecha
del maíz, por lo que se prepara el Yamor, que es una chicha fermentada con
bajo poder alcohólico que se obtiene del fermento de los siete granos del maíz;
se acompaña esta bebida con un suculento plato de fritada con mote, tortillas y
empanadas.
El 2 de noviembre es común servirse un plato de champús (colada de harina de maíz con mote y piña), acompañadas de guaguas de pan. También en esta época se acostumbra preparar la llamada “mazamorra” con churos.
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